El machismo de todos los días

Resumen:

 Las mujeres son víctimas de actitudes machistas en la vida diaria.

TRANSCRIPCIÓN

¡Hola, chicos! ¿Que tal? ¿Cómo va la semana? Espero que bien. Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio de Español Con Juan. Si es la primera vez que escucháis nuestro podcast, os informo que este es un podcast en español, solo en español, para aprender español y que yo me llamo Juan. Por eso el podcast se llama Español con Juan.

No es un nombre muy original, lo sé. Un podcast para aprender español con un profesor de español que se llama Juan y el podcast se llama Español Con Juan. Bueno, sí, lo sé, no es un nombre muy original, pero me gusta… De hecho, yo no le puse el nombre al podcast. Fuisteis vosotros. Sí, quizás no lo sabéis, pero yo no sabía qué nombre ponerle a este podcast y, como hago a menudo cuando no sé qué hacer, cuando no sé qué decisión tomar, pues hice una pregunta a los amigos que me siguen en Facebook, en nuestra página de facebook 1001 Reasons To Learn Spanish, y me dijeron, estoy hablando de hace dos, no, más ,quizás tres años… Sí, quizás hace ya tres años… pues, bueno, la mayoría de la gente me dijo que este nombre Español Con Juan era un buen nombre porque yo enseñaba español de una forma muy personal, muy particular y… sí, el hecho de poner mi nombre, Juan, en el nombre del podcast me pareció una buena idea… En fin, me gusta, sí, Español con Juan. No es un nombre fantástico porque creo que hay otras páginas, otros podcasts, otros profesores que enseñan español en internet y sus escuelas se llaman Español con Marta, Español con carlos, español con pepito… En fin, lo sé, no es un nombre muy original, pero me gusta y no lo voy a cambiar, no, me gusta…

Pues nada, bienvenidos todos, bienvenidas todas a español con Juan.

Estamos en marzo. Estamos a 9 de marzo. Ayer fue el Día de la mujer. El día de la mujer trabajadora, aunque bueno, en realidad, todas las mujeres son trabajadoras, ¿no? Algunas trabajan fuera de la casa y otras trabajan en casa. Y otras, la mayoría, en realidad, creo que trabajan tanto fuera como dentro de la casa. Así que, bueno, ayer fue el día de la mujer.

¿Es necesario un Día de la mujer? Creo que no hay un Día del hombre, ¿no? Entonces, ¿por qué celebrar el día de la mujer? Bueno, yo creo que en un mundo ideal, en un mundo donde no hubiera injusticias, donde todos, hombres y mujeres, tuvieran los mismos derechos y las mismas oportunidades y no hubiera discriminación… bueno, eso, en un mundo ideal creo que no sería necesario dedicar un día a las mujeres, pero, desgraciadamente, todavía hay que hacerlo porque… sí, creo que, desgraciadamente, todavía es necesario celebrar el día de la mujer pues porque sencillamente la mujer, las mujeres, no tienen reconocidos todos los derechos que les corresponden en la sociedad.

Pero no solo derechos, no hablo solo de digamos las leyes. Yo creo que hoy en día, en la mayoría de los países de occidente, las leyes reconocen la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, ¿no? Espero no equivocarme, pero, bueno, digamos que a nivel legal, supongo que en la mayoría de los países hay igualdad de derechos, aunque claro no de oportunidades. En la realidad, las niñas, las chicas, tienen menos oportunidades que los chicos de conseguir buenos trabajos, tener éxito en una carrera profesional…

Pero bueno, este tipo de temas legales, de las leyes, yo creo que poco a poco irán cambiando. Existe mucha más conciencia social de estos problemas que antes y bueno, yo creo que, aunque sea lentamente, la sociedad avanza en esa dirección, en la dirección de la igualdad de derechos ante la ley.

El problema, para mí, el problema para mí es otro. No es tanto las leyes, como la sociedad. Como se trata a las mujeres en el día a día, en la vida cotidiana. Me refiero a conductas que son aceptadas tradicionalmente, pero que esconden una actitud machista. No hablo ahora del lenguaje. Hace unas semanas hablaba en este podcast del debate entre aquellos que piensan que hay que decir chicos y chicas, todos y todas, niños y niñas, etc. y los que creen que eso no sirve para nada, que no tiene nada que ver con el machismo…

Bueno, ese no es el debate del que quiero hablar hoy. Ya dije mi posición al respecto en ese podcast. De lo que yo quería hablar hoy es de la actitud que tienen muchos hombres hacia las mujeres, más allá del lenguaje, más allá de decir chicos y chicas, niños y niñas…

Hay algo mucho más grave que eso y es cómo se tratan a las mujeres, como, por ejemplo, los chicos adolescentes tratan a sus hermanas, a sus amigas a sus novias… Yo, en serio, yo pensaba que se había avanzado más en este campo, pero ahora ya no estoy tan seguro.

Cuando yo era joven se tenía una concepción de la mujer como “el sexo débil”. Era una actitud paternalista. Se pensaba que había cosas que las mujeres no podían hacer, no podían decir… Recuerdo que cuando yo era joven, hace no demasiados años, una mujer sola no podía entrar en un café, no digamos ya en un bar, a tomarse una café sola. Eso era impensable. Tenía que ir acompañada. Si una mujer hacía ese tipo de cosas se decía que era una puta, se la señalaba con el dedo. Había cosas, había trabajos, había palabras, había muchas cosas que las mujeres no podían hacer. Podían hacerlas, pero no estaba bien visto. Por ejemplo, lo del bar, lo de ir sola a un bar. Pero había otras cosas como por ejemplo fumar. Sí, yo recuerdo que cuando yo era niño las mujeres no fumaban o al menos no se veía bien que fumaran. Ni que bebieran alcohol.

Al menos era así en España, antes, digo, ahora eso ya ha cambiado. No estoy seguro de si es un buen cambio el que las mujeres fumen y beban alcohol como los hombres… Supongo que no es bueno para su salud, pero es algo positivo desde el punto de vista de que hay menos diferencias respecto a los hombres.

Otra cosa que las mujeres no podían hacer, creo recordar, era decir tacos, decir palabrotas. Las mujeres no podían decir hablar mal. Eso era cosa de hombres.

Había cosas de hombres y cosas de mujeres. De hecho había una publicidad en aquellos años que decía así: es cosa de hombres. Creo que era publicidad de un coñac. Era el coñac Soberano, todavía lo recuerdo, y la publicidad decía: Soberano, es cosa de hombres.

O sea, que se suponía que las mujeres no se podían poner a beber coñac.

Pero además, es que, yo creo que había como una actitud de pensar que las cosas que eran propias de los hombres eran mejores. Según esta actitud, la actitud que predominaba entonces sobre las mujeres, los hombres eran fuertes y las mujeres débiles, los hombres podían hacer trabajos duros, eran inteligentes, valientes, arriesgados… las mujeres eran por naturaleza débiles, infantiles, dulces… el lugar de los hombres, claro, era la calle, el bar, el puesto de trabajo… el lugar de la mujer era la casa, los niños, cuidar del marido, hacer la compra, cocinar…

Y esa actitud se transmitía de una generación a otra a través de la escuela, de los libros, de la televisión, del cine y de la misma familia porque, y esto es lo paradójico del caso, las mismas mujeres cuando se casaban y tenían hijos, educaban a sus hijos en esta mentalidad. A las niñas les compraban muñecas y a los niños coches de carreras, por ejemplo. A la hora de poner la mesa, eran las niñas las que tenían que ayudar, no los niños. Lo mismo con el resto de las tareas de la casa. Eran normalmente las niñas las que ayudaban en casa mientras los niños, sus hermanos, jugaban en la calle o iban a ayudar al padre al trabajo.

Recuerdo que yo tenía un amigo, en España, cuando yo todavía era un niño, yo tenía un amigo y los dos hablábamos a menudo de qué queríamos hacer de mayores, qué queríamos estudiar en al universidad, qué nos gustaba… Un día yo le pregunté por su hermana. Le dije: “¿Y tú hermana qué va a estudiar? ¿Qué quiere estudiar en la universidad?”. Él Tenía una hermana un poco más joven que nosotros, que sacaba muy buenas notas en la escuela. A mí me parecía una niña muy inteligente. Y él, mi amigo, me dijo: “no, nada, mi hermana no va a ir a la universidad. Se casará”.

Aquella respuesta me sorprendió mucho. No sé, para mí nunca ha existido esta diferencia entre hombres y mujeres, nunca me ha parecido que haya trabajos o estudios que las mujeres no puedan hacer, y aquella respuesta me sorprendió. Pero lo que más me sorprendió fue la naturalidad con la que mi amigo aceptaba aquello. Yo podía entender que sus padres pensaran así, al fin y al cabo eran de otra generación. Venían de una generación donde las diferencias entre hombres y mujeres habían estado muy marcadas. Además, sus padres eran gente humilde, gente muy sencilla. No tenían estudios, apenas sabían leer y escribir. Sus padres habían llegado del campo unos años antes y, bueno, total, que yo esa actitud de los padres la podía entender, pero la de mi amigo, la verdad no. La actitud tan natural, la forma tan natural en la que él aceptaba esa situación me parecía difícil de entender. Al fin y al cabo él era un hombre joven, había estudiado, había leído libros… y ahora resultaba que le parecía normal que su hermana no estudiara, que no fuera a la universidad, que su única aspiración fuera casarse… En fin…

A mí todas aquellas cosas no me parecían normales. No sé. Yo había crecido con muchas mujeres en mi casa. Mi madre tenía muchas hermanas y yo desde siempre estuve con mujeres a mi alrededor. Las mujeres de mi familia no eran realmente excepcionales, en el sentido de que no es que fueran mujeres particularmente feministas, no al contrario, eran mujeres también muy tradicionales, pero, no sé, quizás al estar rodeado de mujeres yo no veía una gran diferencia entre los hombres y las mujeres. Yo no veía a las mujeres de mi familia como “mujeres”. Las veía como las personas adultas de mi casa. A veces me llevaba bien con ellas y a veces me llevaba mal, pero nunca pensé que lo que hacían, las cosas buenas y malas que hacían, las cosas que me gustaban o que no me gustaban, en fin, yo nunca pensé “¡Ah, eso lo hacen porque son mujeres!” No, nunca se me pasó por la cabeza pensar que había cosas que las mujeres podían hacer y cosas que no podían hacer.

Y bueno, todo esto pasó hace mucho años. Estoy hablando del pasado. Yo creo que ahora es diferente, ¿no? Supongo que sí, supongo que es diferente, ¿o no? Yo creía que sí, yo creía que ahora era diferente, pero ya no estoy tan seguro, la verdad.

Creo que en muchos aspectos la sociedad ha avanzado mucho en el tema de la mujer, pero… a veces no estoy tan seguro. En España, por ejemplo, cada año mueren muchas mujeres asesinadas por sus maridos, por sus novios o por sus compañeros sentimentales, por sus exnovios, quizás…

Yo recuerdo que el tema del maltrato a la mujer, de los malos tratos, ya era un tema muy serio hace veinte o treinta años. Que los gobiernos tomaron muchas medidas para afrontarlo, que se hicieron campañas publicitarias en la televisión, que se educaba a los niños en las escuelas en este sentido… pero no sé si todo eso ha servido de mucho. Es muy normal encontrar casos de malos tratos todos los días.

Pero, sin llegar al extremo de los malos tratos, del asesinato, la verdad es que las mujeres tienen que soportar un machismo cotidiano, una actitud machista, casi todos los días, en el trabajo, en la calle, en el bar, en la escuela…

Yo pensaba que esas actitudes habían cambiado, pero me parece que no. O quizás no han cambiado tanto como debieran.

A veces voy por la calle y veo hombres que miran fijamente a las mujeres, que las hacen sentir incómodas, que las desnudan con la mirada o que, por ejemplo, las atosigan con comentarios impertinentes…

En fin, no sé. Creo que aunque las leyes hayan cambiado, aunque digamos que, sobre el papel, los hombres y las mujeres tengan los mismos derechos, tengo la impresión de que en el día a día, en la vida cotidiana de cada día, en el supermercado, en la oficina, en la calle, todavía hay mucho camino que recorrer.

Bueno, voy a dejar aquí por hoy estas reflexiones. Como veis, yo me limito a reflexionar en voz alta. Yo no tengo la solución a ninguno de estos problemas, pero me gusta compartir con vosotros mis dudas, mis preocupaciones… me gusta hacerme preguntas y me gusta compartirlas con vosotros.

Me gustaría saber qué pensáis vosotros de este tema, del tema de la mujer, de cómo se trata a la mujer en la sociedad.

Me gustaría saber si pensáis que España es un país particularmente machista. No sé, quizás habéis estado en España alguna vez o quizás vais a España con frecuencia… ¿Habéis notado que los hombres españoles son más machistas que los hombres de otros países? ¿Hay algo que os haya llamado la atención en las relaciones entre hombres y mujeres en España?

Existe ese estereotipo, ¿no? De que el españoles un hombre muy “macho”, muy posesivo, que se siente superior a las mujeres… ¿Habéis notado algo así cuando habéis estado en España?

No sé, yo tengo que confesar que como vivo en Inglaterra desde hace muchos años, he perdido un poco el contacto con la sociedad española de hoy. No sé muy bien cuáles son las actitudes de los chicos de hoy hacia las mujeres…

En fin, espero vuestros comentarios. Me gustaría mucho saber qué pensáis de este tema. Sobre todo me gustaría saber qué piensan las mujeres que siguen nuestro podcast.

Y nada más por hoy, chicos.

Espero que paséis una buena semana y nos vemos, no, nos escuchamos, en el próximo episodio de nuestro podcast aquí, en Español con Juan. ¡Venga! ¡Hasta pronto!

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