COLOQUIAL, PERO SIN EXAGERAR

Resumen:

Es importante aprender el español coloquial, el español que se habla en la calle, los dichos, las frases hechas, los refranes… pero hay que saber usarlas bien según el contexto. Yo aconsejo a los estudiantes de aprender a reconocerlas, pero no necesariamente usarlas.

TRANSCRIPCIÓN

Chicos, ¿qué tal? ¿Cómo va la semana? Bienvenidos a otro episodio de Español Con Juan. Yo soy Juan, profesor de español y si estás aprendiendo español este podcast puede ayudarte a mejorar un poco tu español, a mejorar un poquito tu español. Yo no digo que vayas a hablar español con total fluidez, no, eso  no… eso no va a ocurrir ni con este podcast ni con ningún otro podcast, pero yo creo que si escuchas nuestro podcast regularmente, cada semana, pues, bueno, yo creo que tu español va a mejorar al menos un poquito.

Porque, chicos, esto es español con juan: un podcast en español para aprender español.

¿Qué tal? ¿Cómo os va a todos? Eso creo que ya lo pregunté antes, ¿no?

Bueno, pues espero que todos estéis muy bien y que tengáis muchas ganas de vivir y de ser felices. Y si no es así, si alguien se encuentra un poco pachucho (qué bonita palabra: pachucho. Pachucho es cuando estamos un poquito enfermos, cuando no nos sentimos bien, pero no se trata de nada grave. Simplemente estamos un poquito mal, hay algo que nos duele y que no nos deja en paz, no sé, por ejemplo un resfriadito o un dolor de cabeza que nos hace la vida imposible… bueno, nada grave, pero tampoco estamos bien: eso es estar o encontrarse un poco pachucho).

Bueno, pues, lo que estaba diciendo es que si alguien se encuentra un poco pachucho, pues, nada, mucho ánimo y un montón de besos y de abrazos para ayudarle a recuperarse muy pronto. Ya llega la Navidad, chicos, ya está llegando la Navidad. Hay que ponerse bien, hay que recuperarse para luego estar bien con la familia, con los amigos… van a ser días muy especiales, por lo menos para mucha gente. Ya sé que hay personas que no celebran la Navidad, ya sé que para mucha gente la Navidad ni fu ni fa (otra expresión muy bonita: ni fu n fa. Ya la he usado antes en otros podcasts porque me gusta mucho: ni fu, ni fa. Se dice ni fu ni fa cuando queremos decir que algo nos da igual, que no nos interesa mucho, que no nos importa o que no nos gusta, pero tampoco la odiamos: eso es ni fu ni fa, es decir, me da igual).

Bueno, pues ya sé que a mucha gente la Navidad ni fu ni fa, pero, bueno, en España, en Latinoamérica y en muchos países digamos que la Navidad es un periodo del año muy muy importante. Hay reuniones familiares, se come mogollón, hay que hacer regalos, ir de compras, beber alcohol, escuchar el discurso del rey o de la reina… en fin, cada país tiene sus tradiciones particulares, pero, bueno, lo que yo quería decir es que hay que recuperarse, si estás un poco pachucho, venga, anímate, ponte en forma porque llega la Navidad y hay que estar preparado para todas las comilonas que se avecinan. Porque, aunque no seas muy religioso, aunque para ti la Navidad ni fu ni fa, seguramente sabrás que ahora en Navidad hay que estar preparado para las comilonas con la familia, ¿no? Una comilona es una comida enorme, con un montón de comida, con dulces, con vino, con un montón de platos, con helado, con turrón, con chocolate, con champagne o con cava… en fin, una comilona. Las comilonas de Navidad son apoteósicas, ¿no?

Y hay que prepararse un poco, ¿no? Hay que cuidarse, hay que prepararse un poco para una de estas comilonas. Hay que prepararse un poco antes y luego también después. Yo, ahora, por ejemplo, me estoy preparando para las comilonas de Navidad. ¿Cómo? Pues no comiendo mucho. Como sé que en Navidad hay que darse un atracón de comer, pues ahora me estoy reservando un poco. Ya comeré en Navidad, ¿no? Ahora un poco  de tranquilidad porque si se llega a la Navidad gordo, imaginaos cómo estaremos después de todas las comilonas de Navidad. Estaremos como cerditos. Y yo no quiero estar como un cerdito después de Navidad, no no señor. Bueno, de todas formas estaré como un cerdito, porque siempre me pasa. En Navidad como demasiado. Siempre digo, siempre me digo “este año me voy a controlar un poco, este año voy a comer con moderación, pero qué va, luego llega la Navidad y que si un día te invita un amigo a su casa, que si otro día quedas con tus compañeros de trabajo para ir a cenar, que si otro día te invita tu tía o tu abuela a comer a su casa, que si otro día vienen a cenar a tu casa tus suegros, que si, bueno, cada día hay una excusa, cada día hay una excusa para celebrar algo, siempre hay un motivo para darse un atracón de comida y para beber más de la cuenta.

Pero bueno, yo por el momento estoy intentando controlarme un poco. Me estoy reservando para la Navidad. Ahora como menos porque sé que en Navidad me voy a poner como el kiko. No sé si habéis oído esta expresión: ponerse como el kiko. Creo que ya la he usado antes, en otro podcast. Bueno, pues ponerse como el kiko quiere decir ponerse muy gordo, engordar mucho, comer mucho y ponerse muy gordo. “Niño, no comas tanto que te vas a poner como el kiko”, dicen las madres a veces a sus hijos. “Niño, no comas tanto chocolate que te vas a poner como el kiko”.

Pues, eso, que yo este año, como todos los años me quiero controlar un poco, no comer demasiado, porque no quiero ponerme como el kiko, que es lo que me pasa todos los años. Y luego, como decía antes, también hay que controlarse después de la Navidad, claro. Con mayor motivo, con un motivo de más peso, y nunca mejor dicho, porque… no sé, bueno, esto es un juego de palabras que acabo de hacer, no sé si se ha entendido bien: un motivo de más peso es una expresión que se suele decir cuando algo es muy importante, cuando el motivo, la razón o la causa de algo es “de peso” quiere decir que es algo muy importante, algo fundamental. Pero yo he hecho un juego de palabras al decir que después de la Navidad hay que comer menos por un motivo “de peso”, en fin, no sé si entendéis este tonto juego de palabras. Quiero decir que el motivo de peso es simplemente que hemos engordado. Por eso ponerse a dieta es un motivo de peso.

Bueno, total, da igual si lo habéis entendido o no. El problema es que ahora se está acercando la Navidad y hay que cuidarse, hay que cuidarse tanto antes como después, para sobrevivir a las comilonas de la Navidad y para no ponerse como el kiko.

¡jajaja! Me estoy dando cuenta de que hoy estoy usando un montón, pero un montón de expresiones informales, de expresiones coloquiales, ¿no? Normalmente las uso, sí, de vez en cuando uso alguna que otra, pero hoy, hoy me parece que estoy usando un mogollón de expresiones coloquiales, ¿no os parece?

Bueno, seguramente lo que pasa es que como estoy preparando el curso ESPAÑOL COLOQUIAL, pues se me han pegado todas estas expresiones coloquiales, todas estas expresiones de la calle, digamos.

Ya sabéis, y si no lo sabéis, yo os lo digo ahora, que llevo unos meses preparando el curso ESPAÑOL COLOQUIAL, que será un curso para aprender a usar este tipo de expresiones informales que se usan frecuentemente en el español digamos de la calle, el español más informal y que, bueno, yo creo que no se estudian lo suficiente en los libros de texto normales, pero que, bueno, son muy importantes a la hora de entender cómo hablan los españoles en la vida real. Si vais a España, si vais paseando por la calle o si entráis en una tienda o en un supermercado o si tenéis amigos de España, seguramente hay un mogollón, pero un mogollón de expresiones informales y de palabras coloquiales que no conocéis y que hacen más difícil el entender de qué está hablando la gente, ¿no?

Vamos a ver, por ejemplo, en los libros de texto se enseña a decir ME GUSTA, que es normal, ¿no? Se dice me gusta ir al cine, me gusta esta película, me gusta jugar al tenis… pero en la calle, en la vida real, se dice también muy a menudo MOLA: me mola esta película, esta película mola mucho, mi profesor de matemáticas mola…

Y, claro, si no sabes qué significa mola, pues te quedas a dos velas (otra expresión bonita: quedarse a dos velas significa que no has entendido nada. Es una expresión antigua que supongo se usa en el sentido de que uno se queda sin luz eléctrica en casa, no hay luz, tu casa se queda a oscuras y entonces tienes que encender dos velas para iluminar un poco la habitación. Entonces, se entiende, ¿no? Estar a dos velas quiere decir estar a oscuras, estar en la oscuridad, ver muy poco porque dos velas no iluminan mucho. Iluminan un poco, pero no mucho. Pero bueno, entonces, eso, la expresión “estar o quedarse a dos velas” se usa cuando alguien no entiende algo, cuando alguien está en la oscuridad). Entonces, decía que si no sabes qué significa la palabra mola, pues, eso, te quedas a dos velas, no sabes de qué está hablando la gente.

Y pasa lo mismo con un mogollón de palabras y de expresiones coloquiales, que se usan muchísimo, se usan un mogollón, pero no suelen estudiarse mucho en los libros de texto. Es normal, claro, no es que yo diga que haya que estudiar este tipo de vocabulario en los libros de texto necesariamente. El verbo más importante que hay que aprender es GUSTA, por supuesto, pero es importante saber también que se usa mucho el verbo MOLAR. Y que si no sabes qué significa molar pues no vas a entender muchas cosas que dicen los españoles en la vida diaria o en vídeos y películas, también, por supuesto, en libros, en fin, que sí, que son palabras y expresiones importantes que hay que aprender, claro.

Y por eso estoy preparando este curso, no sé…

Creo que ya estoy perdiendo el hilo, creo que estoy perdiendo un poco el hilo de lo que estaba diciendo…

Ah, sí, que decía que estoy preparando este curso ESPAÑOL COLOQUIAL y por eso tengo en la cabeza todas estas expresiones y por eso hoy las estoy usando tanto. Yo normalmente no uso muchas de estas expresiones. Las uso, sí, pero no tanto, lo que pasa es que, como decía, llevo varios meses escribiendo diálogos y grabando vídeos usando este tipo de expresiones callejeras, expresiones de la calle, que ahora mi vocabulario está un poco invadido de estas expresiones informales.

A mí se me pega mucho el lenguaje de otras personas. No sé si a vosotros os pasa, pero cuando yo escucho un acento diferente o estoy con personas que usan un tipo de palabras determinado, yo también me pongo a hablar así. No hago ningún esfuerzo en particular, simplemente me pongo a hablar así, como ellos. Me cambia el acento y las palabras que uso. Recuerdo que cuando fui a Argentina hace unos años, en solo dos semanas ya me había cambiado un poco el acento y estaba hablando con acento argentino. Era increíble.

Pues lo mismo me está pasando con el curso este de ESPAÑOL COLOQUIAL, que se me están pegando todas estas palabras coloquiales: tío, mogollón, mola, guay, chulo… y ahora estoy hablando así, en mis vídeos, en los vídeos que hago para youtube, aquí, en el podcast y también con mis amigos españoles…

El otro día, por ejemplo, estaba con un amigo de España y le dije, Tío, me abro, que tengo prisa.

Y mi amigo me dijo ¿Me abro? ¿has dicho “me abro”? ¡Pero Juan, por favor!

No sé si  sabéis, pero en el lenguaje coloquial ABRIRSE quiere decir irse, dejar un lugar, salir de un lugar, ¿no? Si te vas a ir de un lugar le dices a tus amigos, bueno, “me voy a brir” o simplemente “me abro”. Es decir, me voy.

Bueno, mi amigo se quedó de piedra, claro, se sorprendió mucho cuando yo dije que me abría. ¿por qué? Me dijo “Juan, qué vulgar, qué expresión tan vulgar. ¡No te pega nada!”.

Entendéis, ¿no? Mi amigo piensa que a mí no me pegan ese tipo de expresiones como “me abro”, que no son adecuadas para mí, que no van con mi personalidad, con mi forma de ser, con mis costumbres, con mi edad, sí, tampoco con mi edad o con el tipo de gente que yo conozco, el tipo de situaciones en las que yo normalmente me muevo. Mi amigo piensa que expresiones de ese tipo como “me abro” son un poco vulgares… Bueno, yo no sé si la palabra correcta es vulgar, eso es un juicio muy subjetivo y muy personal, pero mi amigo tiene razón en lo fundamental: no me pega, esa expresión y otras similares no me pegan, no van con mi personalidad, no es el tipo de expresiones que yo suelo usar. Tiene razón, tiene toda la razón del mundo y la verdad es que creo que no he vuelto a usar esa expresión u otras similares.

A ver, no quiero decir que yo no pueda usar expresiones informales. Por supuesto que sí, hay muchas expresiones informales que yo uso frecuentemente cuando hablo en español con mis amigos. No es que yo hable siempre de una forma muy culta y muy elevada… no, hay que saber usar tanto el lenguaje culto, como el lenguaje informal; hay que saber usar qué lenguaje usar en una oficina, en el trabajo, con una persona de una cierta edad, en una reunión de trabajo y qué lenguaje usar cuando estás de copas con unos amigos o cuando vas a un concierto de música rock, por ejemplo. Hay que adaptarse a cada contexto, a cada situación, al tipo de personas con las que estás, y usar, claro, el lenguaje adecuado, según ese contexto. A veces hay que usar un lenguaje formal, cuidadoso, técnico, culto, formal, literario incluso, y a veces hay que usar expresiones informales, callejeras.

Y también hay que tener en cuenta el tipo de persona que tú eres. No es lo mismo, si eres joven, tienes 20 años y estás con tus amigos bailando en la discoteca, que si tienes sesenta años y estás con tus amigas tomando el té. Cada persona tiene que usar el tipo de lenguaje más adecuado a su personalidad, a sus gustos, a sus costumbres.

En fin, yo creo que me entendéis, ¿no? Yo creo que  entendéis lo que quiero decir. Mi amigo tiene razón. A mí la expresión “me abro” no me pega nada, no me pega en absoluto. Pero eso no quiere decir que yo use siempre un lenguaje formal. No, tampoco es eso. Por ejemplo, yo digo a menudo ¡coño! Que es una palabrota, una palabra que no se debe decir demasiado a menudo, pero, bueno, yo, a veces, si estoy un poco nervioso o me siento frustrado por algo, pues, nada, puedo decir ¡coño! Eso es normal, ¿no? Me parece normal. También suelo decir mogollón, esto me gusta mogollón, había un mogollón de gente, por ejemplo. También puedo decir guay, es una película muy guay o es un tío muy guay. También uso mucho tío o tía. Yo a mis amigos les digo tío o tía, si es una chica. Uso estas palabras a veces, claro, no siempre, solo a veces en situaciones muy informales, según el contexto, la gente con la que estoy, en fin…

Digo todo esto, hago todas estas reflexiones porque me he dado cuenta también que a muchos extranjeros, muchos extranjeros que aprenden español les encanta usar este tipo de vocabulario, este tipo de expresiones coloquiales. Me parece que les encantan sobre todo los refranes, los dichos, las frases hechas del tipo: meter la pata, ponerse las pilas, tener la mosca detrás de la oreja… hay muchas expresiones de ese tipo que suelen gustar mucho a los estudiantes de español.

El problema es que no siempre las usan de forma adecuada en el momento adecuado. Ese es el problema. Estas expresiones tan informales, ese lenguaje callejero  esos dichos y expresiones hechas tienen su contexto, tienen su momento justo en el que se deben decir, pero no se pueden decir sin ton ni son en cualquier momento y en cualquier situación y con cualquier persona.

Me he dado cuenta de que algunos estudiantes de español tienden a utilizar en exceso este tipo de expresiones, que, existen, son correctas, pero, como digo, hay que saber utilizarlas bien, en el momento justo, porque si no, si no se usan correctamente en el contexto adecuado o si se usan en exceso, no suena natural, suena como algo artificial, como algo inadecuado. Ese es el problema de aprender este tipo de lenguaje que si no se usa correctamente o si se usa en exceso, pues no suena natural, suena inadecuado, incluso vulgar.

Para usar este tipo de expresiones hay que tener en cuenta muchas cosas del contexto, como digo, y además, hay que tener en cuenta tu personalidad, tu propia personalidad, la edad que tienes, cuáles son tus costumbres, incluso la ropa que llevas normalmente… y también cómo te percibe la gente, lo que la gente espera de ti, el tipo de lenguaje y el tipo de vocabulario que la gente espera de ti.

Es lo que pasa con mi amigo. Cuando mi amigo me dice “oye, Juan, ese tipo de expresiones como me abro, por ejemplo, no te pega nada”, pues lo que quiere decir es que yo no suelo usar ese tipo de lenguaje y la gente no espera que ese tipo de palabras salga de mi boca.

Y tiene razón, claro, tiene razón. Yo en realidad tampoco me encuentro cómodo usando ese tipo de expresiones que están asociadas a personas más jóvenes en un contexto muy diferente al que yo me muevo normalmente.

Y por lo que se refiere a los estudiantes de español, pues pasa algo parecido. Yo creo que es importante, es muy importante conocer este tipo de expresiones y este tipo de lenguaje informal, como he dicho antes, porque es el lenguaje que se usa en la calle, en las películas… es algo muy frecuente, pero, atención, sin excederse, sin usarlo demasiado, sin usarlo todo el tiempo, en cualquier contexto o en cualquier situación.

El problema es que, claro, los estudiantes de español tienen dificultades para entender si una expresión es demasiado informal en un contexto determinado o no. Por ejemplo, la palabra tío, bueno, es una palabra que se usa coloquialmente, que la usa todo el mundo, yo mismo la uso a menudo, pero no sé si un estudiante de español sabría usarla de forma adecuada, en el contexto adecuado, con el tono de voz adecuado… eso es muy difícil, no sé.

Yo creo que, en general, este tipo de lenguaje coloquial es importante conocerlo, es importante entenderlo. No todo, claro, porque eso sería imposible, hay miles de palabras y expresiones coloquiales… No, no se trata de eso, pero al menos conocer las más frecuentes, digamos las más básicas, expresiones que se usan todos los días. Es importante que los estudiantes de español se familiaricen con ese tipo de expresiones, por supuesto, y por eso estoy preparando este curso de expresiones coloquiales, pero, cuidado, saber entenderlas no significa necesariamente saber usarlas correctamente.

Yo creo que en la mayoría de los casos, los estudiantes de español deberían evitar usar estas expresiones, en general. Claro, hay excepciones. Hay gente que vive en españa, que vive y trabaja en España desde hace muchos años y que conoce muy bien el contexto donde se usan  cómo usarlas correctamente, con el acento y el tono de voz adecuado, por ejemplo. Pero, en la mayoría de los casos, la mayoría de los estudiantes de español yo creo que, en general, deberían tener cuidado y no usar demasiado este tipo de expresiones. Por lo que he dicho antes. Es muy difícil saber cuándo y cómo usarlas correctamente y si este lenguaje informal no se usa correctamente no suena natural, suena artificial. En algunos casos, incluso, las personas que nos escuchan pueden ofenderse. Si a algunas mujeres, por ejemplo, las llamas tía, se pueden ofender. Hay que tener un poco de cuidado.

Además, es que realmente no es necesario. Nadie espera que un hombre de 45 o 50 años holandés, alemán o inglés use palabras como me mola, ¡qué guay!, me abro… No, nadie se lo espera y entonces, bueno, realmente no es necesario usarlas. En mi opinión, a no ser que estés seguro de lo que estás diciendo, de que estás usando el tono de voz adecuado, por ejemplo, o de que es el momento adecuado, en mi modesta opinión mejor no usar estas expresiones demasiado frecuentemente.

Es importante, sí, conocerlas, reconocerlas, entender lo que quiere decir un chico joven cuando dice, “voy a pillar algo para la cena”, o, yo qué sé, si alguien dice “tengo que salir pitando”, o si una chica dice “es lo que hay”. Hay que entender qué están diciendo, eso es lo más importante. Si tu estudias español, incorporar este tipo de vocabulario a tu lenguaje de una forma natural, de una forma que no suene como algo artificial o ridículo, pues, bueno, lleva tiempo. Hay que pasar mucho tiempo con españoles, viendo pelis o escuchando cómo se usan estas expresiones.

Y además, que no es necesario, como digo, nadie espera que un estudiante de español de Australia o de Japón use este tipo de expresiones tan coloquiales.

En fin, creo que tengo que hacer un vídeo dentro del curso ESPAÑOL COLOQUIAL explicando este tema. Que lo realmente importante es aprender a entender este tipo de lenguaje, este tipo de expresiones. Incorporarlas al lenguaje, usarlas de forma activa, es algo que llegará poco a poco, con el tiempo, de una forma natural, pero sin prisas.

Hablar un idioma es como el vino. Necesita tiempo para madurar, ¿no?

Bueno, chicos, hasta aquí el episodio de hoy de nuestro podcast. Espero vuestros comentarios. No sé si estáis de acuerdo conmigo o no. Quizás sí, quizás no. Dejadme un comentario en cualquier caso con vuestra opinión porque lo importante aquí es compartir ideas, escuchar puntos de vista diferentes…

En fin, chicos, un saludo y nos volvemos a escuchar la próxima semana aquí, en español con juan. Que tengáis una semana maravillosa y no comáis mucho, ¿eh? Recordad lo que dije al principio: la Navidad se está acercando y hay que reservarse un poco para las comilonas que están por llegar.

Un saludo, adiós, chicos, hasta la próxima semana.

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