La experiencia de ir a clase de español

Resumen:

 Con todos los recursos para aprender español que hay en internet, ¿es realmente necesario ir a clase de español para aprender español? Hoy hablamos de cómo deberían ser las clases de español en la época de YouTube, Facebook, etc.

Transcripción: lee y escucha

Hola, chicos, ¿qué tal? Bienvenidos y bienvenidas a un nuevo episodio de Español Con Juan.

Ya sabéis, aquí en Español Con Juan, cada semana hablamos de temas interesantes relacionados con el español. Mi objetivo es ayudarte a pasar de un nivel intermedio a un nivel avanzado de español. ¿Cómo? ¿Cómo puedes pasar de un nivel intermedio a un nivel avanzado? Pues, por ejemplo, escuchando, escuchando mucho en español, escuchando a nativos que hablan español, fijándote, prestando atención a las palabras que usan, las estructuras gramaticales, las expresiones, los verbos… en fin, por eso hago este podcast, porque creo que escuchando español, estando en contacto con el idioma, y prestando atención a cómo se usa, es una manera excelente de aprender nuevo vocabulario, repasar la gramática, aprender a usar nuevas expresiones… en fin, espero que estéis de acuerdo conmigo. Yo creo que sí, ¿no? De hecho, por eso estáis ahí, ¿verdad? Escuchándome, escuchando cada semana el podcast de Español con Juan.

El santo al cielo

Bueno, ya me estoy enrollando otra vez. Tiendo a enrollarme, es verdad. Lo digo siempre, pero es que es verdad. Empiezo a hablar y hablar y hablar y pierdo el hilo, cambio de tema, paso de un tema  a otro, se me olvida de qué estaba hablando. Como se suele decir: se me va el santo al cielo. ¿Conocéis esa expresión? Se dice “se me va el santo al cielo” cuando empezamos hablar de un tema y luego pasamos a otro y luego a otro y entonces nos quedamos en blanco, no sabemos o no recordamos de qué estábamos hablando… en fin, yo soy un poco así. Se me va el santo al cielo muy a menudo.

Creo que es algo muy español, por lo menos era muy español cuando yo vivía en España. Yo recuerdo, cuando yo era niño, cuando era pequeño y tenía, no sé, diez o doce años, que la gente, sobre todo la gente mayor, hablaba así. Empezaban a hablar de un tema, pero no terminaban las frases, luego cambiaban de conversación, cambiaban de tema, y empezaban a hablar de algo completamente diferente.

Por ejemplo, yo tenía una tía que decía, por ejemplo, “hoy he ido a comprar pan, pero…., por cierto, me ha dicho María, la hija de la panadera, que, mira, hace unos días fueron a la playa y… ¡qué gorda está! Está muy gorda, debe de ser porque en la panadería está siempre comiendo pan…”

Y así mi tía iba pasando de un tema a otro, de una anécdota a otra… al final se olvidaba completamente de lo que te quería decir. Era un lío. Seguir la conversación de mi tía era un lío. Se sabía cómo empezaba, pero no se sabía nunca dónde o cómo terminaba.

Pero no era solo mi tía, no. Yo creo que así hablaba la mayoría de la gente de España en aquel entonces, cuando yo era pequeño. Bueno, no sé si la mayoría de la gente en España, pero por lo menos la mayoría de la gente que yo conocía, que es otra cosa.

En fin, os contaba todo esto… ¿por qué os contaba todo esto? Se me ha ido el santo al cielo otra vez y ya no recuerdo de qué estaba hablando. ¡Ah, si, ahora recuerdo! Estaba diciendo que me enrollo mucho, que me suelo enrollar mucho yo también, como mi tía. Quizás lo aprendí de ella, de mi tía. Sí, quizás aprendí a hablar así de mi tía, que se enrollaba, también se enrollaba mucho.

Bueno, pero, vamos a ver, yo hoy no quería hablar de este tema, de si yo me enrollo o no me enrollo. No, este no era el tema de hoy. Se me ha ido el santo al cielo y se me ha olvidado lo que iba a decir hoy…

Las clases de español hoy en día

¡Ah, sí, ahora recuerdo! Pues yo hoy quería hablar de las clases de español, de cómo tendrían que ser, en mi opinión, las clases de español en la época de internet, en la época de las redes sociales, en la época de Google, de Facebook, de Youtube…

No sé si habéis escuchado el podcast que hice la semana pasada. ¿Lo habéis escuchado? Os lo recuerdo brevemente: la semana pasada yo hablaba de los profesores de español y de las clases de español y os preguntaba si realmente era necesario, hoy en día, en el año 2018, si era necesario hoy en día ir a clase de español para aprender español. Lo que quería decir es que, bueno, hoy en día, con tantos recursos disponibles en internet, ¿no? Vídeos, podcasts, películas, ejercicios de gramática, libros… en fin, con todos los recursos disponibles que hay en internet hoy en día, ¿es realmente necesario ir a clase para que un profesor te explique cómo conjugar los verbos en español o cuáles son los días de la semana?

En fin, bueno, yo creo que ir a clase tiene aspectos positivos y negativos, indudablemente. Como decía en el episodio anterior, en clase estás en un grupo, estás estudiando, estás aprendiendo con otros y eso es muy importante porque el aprendizaje es algo social, es decir, yo creo que se aprende mucho de los otros, observando, hablando, intercambiando ideas, imitando a otros… el aprendizaje es algo social, sí, especialmente el aprendizaje de una lengua, ¿no? Porque una lengua, al fin y al cabo, la aprendemos para comunicarnos con otros. Lo que nos gusta o uno de los aspectos que más nos gusta de aprender un idioma es que podemos comunicarnos con otros.

Pero… no sé, no sé si ese aspecto social del aprendizaje justifica el ir a clase. Realmente no lo sé, porque hoy en día, al fin y al cabo, con internet, podemos encontrar gente, profesores, otros estudiantes, nativos… sin necesidad de ir a clase. O sea, que aunque el aspecto social del aprendizaje sea muy importante, la verdad es que hoy en día, con internet no creo que sea necesario realmente ir a una clase física, hacer un curso presencial, tradicional, con un profesor que explica, que escribe en la pizarra y todo eso… lo que es una clase tradicional… ¿es realmente necesario?

Bueno, no sé, todas esas reflexiones me las hacía la semana pasada, aquí, en el podcast.

Pero hoy quería reflexionar un poco más sobre este tema. Vamos a ver. Suponiendo que ir a clase sea algo positivo, algo realmente positivo y necesario por el contacto con otros, por formar parte de un grupo… suponiendo que sea algo positivo, digo, de todas formas la clase de español en la época de internet no puede ser la clase tradicional, la clase tradicional típica de español donde el profesor es el centro de la clase, donde el profesor es el que todo lo sabe, el que lo explica todo, el que tiene la respuesta de todo, mientras que los estudiantes están allí sentados, tomando notas, haciendo preguntas, escuchando al profesor. En fin, esa no puede ser la clase de español hoy en día, en el año 2018, ¿no?

Hoy en día yo no necesito ir a clase para que un profesor me explique los verbos en español, las reglas del subjuntivo o que me dé unas fotocopias con el vocabulario de la ropa o de la comida. Yo no necesito ir a clase para acceder a esos recursos, ¿no?

Hoy en día yo puedo encontrar en línea, en internet, todos los recursos para aprender español por mi cuenta. Vídeos, podcasts, ejercicios…

Además, sinceramente, si yo quiero aprender un idioma, creo que es mucho más eficaz, al menos para mí, simplemente leer un libro de gramática. ¿Para qué necesito ir a clase de español y escuchar a un profesor que me explique la conjugación de los verbos irregulares si eso lo puedo encontrar mucho más barato leyendo un libro de gramática?

El profesor de hoy en día

Realmente no me gusta esa idea del profesor que todo lo sabe, esa idea del profesor como única fuente de conocimiento… creo que hoy en día la figura del profesor debería ser diferente, ¿no? Yo el papel del profesor lo veo de forma diferente, lo veo como alguien que facilita el trabajo del estudiante, que crea oportunidades para practicar el idioma, que motiva a los estudiantes, que les enseña a usar los recursos que hay en línea, en internet… eso si sería importante: muchos estudiantes no saben cómo usar los recursos que hay en internet. No saben cómo encontrar podcasts en español, por ejemplo, o cómo usarlos; no saben cómo encontrar vídeos, ejercicios, artículos interesantes o quizás, esto es muy importante, no saben qué hacer para practicar la conversación en español… en fin, no sé, yo creo que el trabajo del profesor de español de hoy en día no puede ser el mismo de hace 30 o 40 años, ¿no? Hay que adaptarse a los nuevos tiempos, ¿no? No podemos enseñar español como se enseñaba hace 30 años, ¿no os parece?

En fin, hoy en día hay tantas cosas en internet, hay tantos recursos disponibles, que para que el estudiante haga el esfuerzo de ir a clase de español, a una clase física, a una clase presencial, hay que ofrecerle, en mi opinión, algo más, algo diferente. Algo que no pueda encontrar en internet.

Hay que hacer que la clase de español sea una experiencia diferente.

Me gusta esa palabra, ese concepto: experiencia. La clase de español tendría que ofrecer al estudiante una experiencia diferente a la experiencia que tiene al aprender español en internet.

Ir donde van los ingleses, no donde van los españoles

Os pongo un ejemplo, os pongo un ejemplo de lo que quiero decir. Cuando yo vine a Londres (para los que no lo sabéis, os recuerdo que yo vivo en Londres), cuando yo vine a Londres no sabía hablar inglés muy bien. Había estudiado, claro, pero no tenía fluidez y no conocía el lenguaje de la calle. Había estudiado las reglas, la gramática, el vocabulario básico, pero no tenía la soltura para mantener una conversación con fluidez. Podía sobrevivir, digamos, pero pasaba mucha fatiga, me costaba mucho mantener una conversación. Tenía que buscar las palabras en mi cabeza, pensar bien lo que iba a decir, recordar las reglas de gramática… En fin, entonces, cuando vine a Londres yo quería mejorar mi nivel de inglés, claro, pero lo que hice fue que, en lugar de irme a una clase de inglés, en lugar de ponerme a estudiar inglés en una clase, me dije, “pero bueno, pero hombre, si ahora estás en Londres, en Inglaterra, ¿para qué necesitas ir a clase de inglés? Lo que tienes que hacer es ir y hablar con la gente. Tienes que ir, perder el miedo, y ponerte a hablar en inglés con la gente. Tienes que ir donde van los ingleses, no donde van los españoles”.

Claro, porque, yo pensé, si voy a clase de inglés, qué voy a encontrar allí. Voy a encontrar españoles, italianos, griegos… que al fin y al cabo aprenden inglés como yo, que al fin y al cabo hablan inglés tan mal como yo…

Entonces, me dije, bueno, lo que yo necesito no es estudiar más gramática, más reglas de gramática, sino ponerme en situaciones donde pueda usar el inglés, donde pueda hablar en inglés… ¡me dije que si quería hablar en inglés tenía que ir donde iban los ingleses, no donde iban los españoles!

Total, que me puse a buscar actividades para ir donde iban los ingleses. Fue una buena época porque me pasé mucho tiempo yendo a los pubs, bebiendo cerveza… pero, bueno, aparte de eso, aparte de las cosas típicas como ir al pub, ir de compras, preguntar a la gente por la calle por una dirección… algo que hice que me sirvió mucho fue hacer teatro.

Teatro para aprender inglés

Exactamente, eso fue lo que hice: me apunté en un curso de teatro aquí en Londres, en inglés. No era un curso para aprender inglés, era un curso para aprender a hacer teatro. Era en inglés, naturalmente. Todos o casi todos los estudiantes del curso eran ingleses y bueno, eso es lo que yo quería, hacer algo donde hubiera ingleses, no extranjeros, y, además, hacer un curso en el que estuviese forzado a hablar en inglés.

En un curso de teatro, como os podéis imaginar, hay que hablar sí o sí. No había forma de decir que no. Para eso estabas allí, ¿no? Para hablar… la verdad es que al principio fue muy duro porque no entendía casi nada de lo que me decían… la gente hablaba muy rápido, con muchas expresiones coloquiales que yo todavía no conocía. Fue duro, pero aprendí un montón. En ese curso de teatro (en realidad no fue solo un curso: hice varios cursos durante algunos años) aprendí muchísimo inglés. Esa fue mi mejor escuela de inglés.

De hecho, al cabo de un año o un año y medio, yo había aprendido un montón de inglés, un montón de expresiones, y casi sin darme cuenta. Había aprendido, en contexto, cómo usar de forma correcta muchas expresiones que en clase, en una clase tradicional, son muy difíciles de aprender porque falta el contexto. Y eso es muy importante a la hora de aprender un idioma: el contexto. Yo recuerdo mejor las palabras y las expresiones cuando las he vivido, cuando he vivido una situación en las que alguien las ha usado. ¿No os pasa igual a vosotros?

No sé si me explico. Espero que sí. En fin, a lo que iba. Yo creo que las clases de español físicas, las clases de español presenciales, hoy en día deberían ofrecer algo más que simplemente enseñar las reglas de gramática y vocabulario. Por ejemplo, podrían ofrecer experiencias que facilitasen a los estudiantes aprender español. Por eso os contaba lo de mi experiencia con el teatro, con el curso de teatro. Yo aprendí mucho inglés haciendo teatro, haciendo este curso de teatro del que os hablaba. Porque era muy interactivo, tenía que hablar mucho, estaba obligado, estaba forzado a comunicarme con los otros y además era divertido, me lo pasaba muy bien, no me aburría nunca… en fin, no es que en las clases de español haya que hacer necesariamente teatro. No, no es eso. Yo entiendo perfectamente que haya estudiantes de español a los que el teatro no les guste o no les interese o que simplemente no les apetezca hacer teatro para aprender español. Eso lo entiendo, pero de alguna forma, desde que hice ese curso de teatro para aprender inglés, siempre he tenido la idea de que las clases de español deberían ofrecer algo más, algo más que simplemente enseñar las tablas de los verbos, listas de palabras… las clases de español deberían ser más interactivas, los estudiantes deberían ser más participativos, el profesor debería facilitar el trabajo de los estudiantes, más que ser el centro de la clase, el gran sabio que todo lo sabe…

No sé, creo que, como decía antes, con todos los nuevos desarrollos tecnológicos de los últimos años, habría que enfocar las clases de español de un modo diferente, ¿no os parece? La idea del teatro, por ejemplo, bueno, es una idea. De hecho, sé que hay algunos profesores que usan las técnicas teatrales para enseñar español. Pero aparte del teatro creo que se pueden hacer otras muchas cosas diferentes, diferentes tipos de actividades donde los estudiantes sean más activos, más participativos, menos pasivos. Al fin y al cabo, para aprender un idioma, para aprender cualquier cosa en general, hay que ser activo, ¿no?

En fin, ya para ir terminando el episodio de hoy de nuestro podcast, yo creo que hoy en día hay tantos recursos al alcance de cualquiera, simplemente encendiendo el ordenador, que los cursos de español deben ofrecer una experiencia diferente, alternativa, con actividades variadas que motiven a los estudiantes, que saquen de ellos su creatividad, que les hagan más participativos…

Ahora recuerdo que algunas escuelas, de hecho, organizan muchas clases de español en torno a clases de cocina, de baile, grupos de lectura… quizás ese tipo de clases sean más interesantes que las clases tradicionales, ¿no? En fin, no sé, como siempre os dejo a vosotros la última palabra. Por favor, escribid un comentario en Facebook o en el blog diciéndome qué pensáis de las clases de idiomas, si os gustaría aprender español a través de actividades de este tipo como teatro, baile, cocina, grupos de lectura, etc.

En fin, nada más por hoy. Gracias por haberme escuchado una vez más. Espero que escuchar Español con Juan os ayude a mejorar un poquito vuestro español.

¡Un saludo y hasta la próxima semana, chicos!

¿Quieres mejorar tu español?

Cursos Online

Cursos de español online

Libros

Cursos de español online