Una vez me estaban examinando con alto riesgo de que fuera cáncer. El mismo día tenía cita en la peluquería. Mi colega en el trabajo bromeó diciendo que mejor podría cancelarlo porque sería una pérdida de dinero. Solo pensé que era un idiota.

Súper podcast, uno de los mejores que he escuchado. Gracias Juan. 👏👏👏👏

lo que me saca de quicio hoy en dia es todo gent, bueno casi todo acaben ofendido por lo que digas o hagas. Como una persona ingles me guste expresar tacos y palabrotas y igualmente, nada me ofende mucho. ¿Que gracia tiene de una conversación sin un poco de fuego hombre?

Juan,
Como es tu talento, has presentado un caso brillante sobre este tema – humor. Estoy de acuerdo completemente con tus sentimientos y creencias como explicado. Aunque, si me permites la libertad, diría que es solamente la punta del iceberg, y quería plantear otra dimensión del problema que causa desacuerdo estos días, argumentos que no se pueden resolvar para nada. Es decir, hoy en día hay un camarria de matones que mantiene autoridad absoluta sobre todo discurso, incluso el de humor. Y no es permitido decir nada ofensivo, no importa el contexto, escenario, o quien está presente en la companía. Incluso los expresiones del pasado, cuando, por la major parte, no habría sido ningún objección. Pero, si alguien por chance o por investigación desentierre el audio o un email o texto desvelando que has espresado palabras prohibidas, sin duda vas a ser cancelado de la sociedad, con consequencías aún más graves.

Así que ya no luchamos ellos con diferentes opiniones sobre nuestra libertad de expresión, pero ellos mas poderosos en sociedad que están compremetidos para que nadie traspase sus límites sin respeto a lo arbitrarias que puedan ser.

Seguramente tus pensamientos sobre este tema sería lo más bienvenidos.

En mi opinión, si toda la gente supiera reírse de si misma, creo que nadie, nunca, sería ofendido por el humor.
El problema no es el mal gusto o la falta de sensibilidad del humorista sino la incapacidad de algunas personas de reírse de si mismas.
Si tu estas capaz de reírte de ti mismo, por supuesto aceptaras más fácilmente que los demás se rían, y te podrás reír con ellos.
Pero entiendo perfectamente que pueda ser muy difícil de reír de si mismo en algunos casos.
Por eso es muy difícil o casi imposible poner límites porque siempre habrá alguien que no sabe reír de si mismo en el público .
Así que el problema no es el humorista sino el público.

Ja-ja. Creo que el chiste es que no hay chiste sobre un perro gorilero.

¿72? ¡Wow¡