El final del verano

Resumen:

El final del verano ha llegado. Como cada año, por todas partes aparecen anuncios, carteles y vallas publicitarias que hablan de “La vuelta al cole”. Cuando yo era niño, estos anuncios me causaban mucha ansiedad porque me recordaban que las vacaciones se estaban terminando y había que volver al colegio. ¡Qué tortura!

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TRANSCRIPCIÓN

¡Hola chicos! ¿Qué tal? Bienvenidos a un nuevo episodio de “Español con Juan.” Ya sabéis que este es un podcast en español, todo en español, sólo en español para aprender español. Para aprender y para mejorar vuestro español.

Y bueno ¿Qué tal? ¿Cómo va la semana? Estamos ya, estamos ya casi al final del verano ¿No? Y bueno, es un poco triste. El final del verano siempre es un poco triste ¿No? Porque hay que volver al trabajo, empieza… Bueno, todavía no hace frío pero los días son más cortos.

Por ejemplo, ahora yo estoy caminando por la calle y ya es de noche, son las nueve menos 20 y ya es de noche, está oscuro ¿No? Hace unas semanas a esta hora todavía era de día, todavía se podía ver la luz del sol y ahora bueno, ahora ya es de noche.

Y bueno, todavía los días son largos ¿Eh? Los días son largos todavía, hace todavía calor pero bueno ya se va, se va notando el final del verano, se va notando que llega el otoño, que hay que volver a trabajar, que los días cada vez son más cortos. En fin.

Y es un poco triste, es un poco triste. Yo siempre, yo siempre que llega esta época del año me pongo un poco triste. Cuando era niño, recuerdo que cuando era niño… Cuando era niño pues esta época del año me causaba mucha ansiedad, mucha angustia.

Recuerdo una vez que iba caminando, yo estaba volviendo de la playa, volvía de la playa ¿No? A las dos de la tarde más o menos, con mi familia y yo tenía no sé, 10-11 o 12 años y entonces vi, vi un cartel de publicidad. Estábamos caminando ¿No? Estábamos caminando desde la playa a nuestra casa ¿No? Y vi un cartel enorme de publicidad ¿No? Una valla se llama, una valla publicitaria y decía: “La vuelta al cole.” La vuelta al cole ¿No?

La vuelta al colegio que es una frase publicitaria que se suele ver en España en esta época del año ¿No? Los grandes almacenes, las tiendas ¿No? Hacen publicidad de productos del colegio, relacionados con el colegio, con la escuela, con los niños ¿No? Uniformes, libros, carteras, bolígrafos, lápices, roturadores, sacapuntas, cartulinas, estuches, zapatos para el colegio, en fin.

Todo, ese sería tema para otro podcast, para otro episodio de nuestro podcast ¿No? Lo que cuesta mandar un niño a la escuela. Pero bueno, en fin. Empiezan hacer publicidad de todos esos productos y ponen esos carteles por las calles, por la carretera y también en la televisión. “La vuelta al cole.” “Feliz vuelta al cole”.

Y entonces yo recuerdo que ese día yo estaba tan contento, no sé, me había olvidado completamente de la escuela, del colegio, de los libros. Yo estaba tan feliz en la playa, nadando, corriendo con mis amigos y tal. Y cuando de pronto vi ese cartel que decía: “La vuelta al cole.” Yo creo que era la corte inglés, yo creo que era algo así, yo creo que decía: “La vuelta al cole en el corte inglés”.

Y entonces de repente me di cuenta, coño. Uy perdón, perdón. No debería decir tacos pero me salen muy espontáneamente. Entonces vi ese cartel: “La vuelta al cole en el corte inglés.” Oye me dio un ataque de angustia, todavía lo recuerdo ¿Eh? Esto es cuando yo tenía, estoy hablando de algo que me pasó hace muchos años cuando yo tenía no sé, 10-12 años ¿Sí? Me dio un ataque de angustia, oh no, me di cuenta de que… Todavía faltaba un poco ¿Eh? Porque en España se volvía al colegio no sé, a final de creo que a mediados de septiembre o a final de septiembre, o sea faltaba todavía bastante tiempo, faltaban dos, tres o cuatro semanas ¿No?

Oye pues a mí fue como no sé, imaginaos un boxeador que te da un puñetazo en la cabeza ¿No? Algo así. Fue un despertar, yo que estaba tan contento con mis vacaciones porque en España los niños sobre todo tienen unas vacaciones larguísimas en verano ¿No? Son como casi tres meses ¿No?

Y claro cuando eres niño y no tienes pues nada que hacer normalmente, vamos no tienes nada que, no tienes las preocupaciones o los deberes o las actividades que tienen los adultos ¿No? El tiempo pasa muy lentamente.

Yo recuerdo antes claro, los veranos… Los veranos son siempre los veranos, duran siempre lo mismo pero cuando era niño eso yo recuerdo, esos mediodías tan largos, tan largos que no terminaban nunca. Oye, yo me aburría, yo me aburría porque cuando yo era niño en el pueblo a dónde íbamos de vacaciones, íbamos a… Las vacaciones las pasábamos en la provincia de Málaga ¿No? Que yo soy de Granada pero en el verano íbamos a Málaga. No a Málaga capital, sino a los pueblos, algunos pueblos de la provincia ¿No? De la Almádena, Fuengirola, Marbella.

Yo sé que muchos de los seguidores de “Español con Juan” están por aquella parte, viven ´por aquella parte ¿No? Hay muchos ingleses ¿No? Alemanes también, holandeses, rusos también que se han ido a vivir a España y viven en lo que es la costa del sol ¿No?

Entonces yo estoy hablando de los años 70 más o menos que es cuando el turismo estaba empezando, todavía no es, no era, todavía no era lo que ha llegado a ser ahora. El turismo ahora es enorme y no sólo el turismo, no estoy hablando del turista que va de vacaciones unas semanas, no. Estoy hablando de la gente que se queda a vivir a España, que compra una casa y que hace vamos, que se queda a vivir allí a hacer de España su residencia habitual ¿No?

Bueno, he perdido el hilo. No sé qué estaba diciendo. Sí, que… Eso, que cuando era niño los veranos no terminaban nunca, eran muy largos porque claro, cuando eres niño no tienes muchas cosas que hacer entonces bueno pues a veces te aburres. No había televisión, eso es lo que quería decir.

Yo no tenía televisión, yo estaba acostumbrado a ver mucha televisión de niño porque yo era hijo único. Yo era hijo único, no tenía hermanos y claro, cuando mis amigos del barrio… Me estoy enrollando mucho ¿Eh? Me estoy enrollando. Estoy hablando de muchas cosas muy diferentes ¿Eh? A ver pues por dónde va a salir después todo esto.

Sí, entonces yo como no tenía hermanos pues sólo jugaba con mis amigos del barrio ¿No?  O de la escuela. Y cuando mis amigos del barrio o de la escuela no podían jugar conmigo pues yo me aburría, jugaba solo ¿No? Jugaba solo en casa y veía mucha televisión, veía mucha televisión.

Claro, en verano íbamos a un pueblo en el que… La casa, la casa donde estábamos no había televisión, no había televisión y yo me aburría, me aburría muchísimo, me aburría muchísimo porque yo estaba habituado a ver muchísima televisión. La televisión es como una droga ¿No? La televisión es como una droga.

Entonces yo recuerdo que sin televisión no pasaba el tiempo, no pasaba el tiempo ¿Vale? Y claro, a pesar de que yo pensaba, yo tenía la sensación de que el tiempo no pasaba pues sí, pasaba y al final había que volver al colegio y eso es lo que quería decir, que aquel día me di cuenta así de sopetón, es una expresión muy popular en España.

De pronto ¿No? De repente, de sopetón ¿Vale? De sopetón, de golpe, también se puede decir. Son expresiones para indicar que algo sucede así de repente ¿No?

Pues de repente, de sopetón me di cuenta de que estaba, de que el verano estaba terminando, de que estaban terminando las vacaciones y de que había que volver a clase. Y ahora que estamos, estoy grabando este episodio de nuestro podcast a final del verano, a final del mes de agosto ¿No? Al final del mes de agosto y tengo esa sensación de que termina lo bueno, de que la mejor parte del año ya está terminando, de que la vida termina porque para mí el verano es como la vida. El verano es realmente, es un poco fuerte ¿No? Pero para mí el verano es la vida, la vida es así, la vida o debería ser así. Es como la plenitud de la vida ¿No?

Perdonad porque ahora hay aquí mucho ruido, estoy pasando por una zona donde hay muchos coches y a la vez espero que poco a poco se calme ¿No? A ver, entonces.

Pues eso, tengo esa sensación de que el verano… La primavera, es como la niñez ¿Quizás, sí? La primavera es como la niñez, la adolescencia donde tienes sueños del futuro, de lo que va a pasar, tienes muchos proyectos, tienes muchas ganas de hacer cosas ¿No?

El verano es la plenitud, el verano es la apoteosis, es el clímax ¿No? Es el máximo. Hace calor, los días son muy largo, el tiempo es fantástico, el cielo es azul. Puedes quedarte en la calle hasta muy tarde, puedes ir con muy poca ropa; te sientes muy bien, con mucha alegría. No sé, el verano es eso, es la vida ¿No?

Ahora va a ladrar un perro, ahí. Es que estoy pasando por una zona por donde hay perros y ha venido un perro a mirarme pero bueno, al final no ha ladrado ¿Vale? No ha ladrado. Ladrar es “guau, guau, guau.” Eso es ladrar.

En fin que, pues eso que estaba diciendo; es una época un poco triste ¿No? Esto del final del verano. Y quería comentar también ya para casi, casi terminar ¿Vale? Para casi, casi terminar el episodio de hoy porque ahora en verano hay que hacer los episodios más ligeros ¿No? Un poco más ligeros.

Pues en verano todo es ligero, todo es ligero. Quería hablar también de eso que os he dicho antes de la televisión ¿Vale? Os he dicho que la televisión para mí es como una droga ¿No? Y yo recuerdo lo que os contaba antes ¿No? Que yo de niño veía mucha televisión porque pues porque en mi casa yo no tenía hermanos y entonces jugaba solo y veía la televisión solo ¿Vale?

Entonces veía mucha televisión y cuando llegaba el verano y no tenía televisión pues era como, era como… ¿Conocéis la expresión: “Tener el mono.”? Tener el mono.

Aquí hay un perro, un momentito. Hay un perro, hay muchos perros. Es que estoy en una zona residencial donde no hay nadie por la calle pero en cada casa hay un jardín y en cada jardín hay un perro o dos. ¿Ya? Estos perros están ladrando porque me han visto pasar ¿No? Y en fin, bueno.

Espero que, espero que no haya más perros por aquí ¿Vale? Porque me dan miedo, no me dan miedo los perros en general ¿No? Pero cuando estás caminando así, en silencio, tranquilo y de pronto a tu lado empieza a ladrar un perro que no te esperabas ¿No? “Guau, guau, guau.” Te da un susto ¿No? Te da un susto.

Pues sí, ¿Qué estaba diciendo? Estaba hablando, ¿De qué estaba hablando? Ah sí, sí, sí. Estaba hablando de esa expresión de “Tener el mono.” Tener el mono. ¿Sabéis qué significa: “Tener el mono.”?

Ahora me estoy riendo porque hace algunos años me pasó algo divertido, bueno yo creo que, yo creo que es divertido. Yo estaba trabajando en la universidad ¿No? Y dando clases, y estaba caminando por uno de los pasillos de la universidad y un chico, un chico que… A ver, un momento que ahora pasa… Ha pasado una moto ¿Vale? Bueno.

Pues un chico que trabajaba en la limpieza, en el mantenimiento ¿No? En la limpieza de la universidad, que limpiaba las clases, que ponía en orden las mesas, los pupitres, las sillas ¿No? Pues ese chico, ese chico vino hacia mía y empezó hablarme en español ¿No?

Yo ya lo conocía, ya lo había visto varias veces ¿No? Era un chico, era un chico de Colombia, un chico colombiano ¿No? Y entonces vino corriendo y me dijo: “Oye, oye mira que te quiero hacer una pregunta” ¿No? Y me dijo… Me dijo que su novia que también era colombiana quería dejar de fumar ¿Vale?

Su novia fumaba mucho y quería dejar de fumar. Entonces cuando fueron a España, me dijo que los dos habían ido a España. Fueron a España y compraron un libro para dejar de fumar. “¿Cómo dejar de fumar?” ¿No? En español, en español.

Y entonces el chico me dijo: “Oye, es que hay una cosa que no entiendo o que no entendemos, el libro habla del mono. El libro dice: ‘Cuando usted tenga el mono… Cuando, si tiene el mono…” Entonces me dice el chico: “Pero mi novia no tiene ningún mono. ¿Qué es eso del mono?” Y entonces me hizo reír, me hizo mucha gracia porque “Tener el mono” es una expresión que significa: “Tener el síndrome de abstinencia.” ¿Vale?

Cuando tú eres dependiente, cuando tú dependes de una droga; de la heroína o de la cocaína, o del tabaco, de cualquier droga, eres dependiente ¿No? De esa droga y por cualquier motivo no puedes tomar la droga entonces te entra mucha ansiedad, mucha angustia ¿No?

Empiezas a sudar, te tiemblan las manos, te pones muy nervioso, sientes no sé, hay muchos síntomas ¿No? Hay muchos síntomas de ese síndrome de ¿Cómo se llama? El nombre médico digamos es: “Síndrome de abstinencia.” ¿Sí? “Síndrome de abstinencia”.

Pero claro, en la calle la gente no dice: “Síndrome de abstinencia.” ¿No? En la calle la gente dice: “El mono.” ¿No? “Tengo el mono.” Y se usa para la droga pero también se usa por ejemplo no sé, por ejemplo si estás hablando del chocolate ¿No?

Si estás hablando del chocolate o si estás hablando de yo qué sé, de la pizza por ejemplo, de algo que te gusta mucho ¿No? Entonces puedes decir: “Tengo el mono de la pizza” o “Tengo el mono de chocolate” ¿No? Quiere decir que tienes muchas ganas ¿No? Tienes muchas ganas de comer chocolate ¿Vale? No es que tengas realmente un síndrome de abstinencia, sino que te apetece, te apetece mucho, tienes muchas ganas de comer chocolate ¿No? Entonces de forma informal puedes decir: “Tengo el mono. Tengo el mono de comer chocolate.”

Entonces le expliqué al chico lo que significaba: “Tener el mono.” Cierro paréntesis porque esto no es lo que yo quería decir. Yo no quería hablar de esto. Lo que yo quería decir es que cuando yo era chico, cuando yo era pequeño, cuando yo era niño, en verano ¡tenía el mono! En verano tenía el mono de la televisión. Eso es lo que yo quería decir, que yo tenía el mono de la televisión, que yo estaba acostumbrado a ver la televisión y entonces cuando llegaba el verano, pues me ponía súper nervioso, no sabía qué hacer… en fin, para mí la televisión era una droga, era una droga, ¿vale?

¿Por qué os cuento todo esto? A ver este… un momento que estoy cruzando. Estoy cruzando un paso de cebra y aquí en Italia no es como en Londres, en Londres los coches en los pasos de cebra se paran siempre, el 99,99% de las veces se paran ¿no? Y no hay ningún problema, pero aquí en Italia hay que tener un poco de cuidado porque no siempre se paran ¿no? Aquí los coches no están acostumbrado a pararse en los pasos de cebra. En España tampoco, ha mejorado mucho la situación ¿eh? Ha mejorado mucho la situación porque antes, antes cuando yo vivía en España, bueno cruzar una calle por el paso de cebra era un deporte de riesgo ¿no? Era como hacer puenting ¿no? O como lanzarse en paracaídas. Era un deporte de riesgo, era muy peligro, pero ahora ha cambiado ya, la gente poco a poco se está habituando, pero bueno, aquí donde estoy yo, sí, no está mal, no está mal pero hay que tener cuidado, hay que tener siempre un poco de cuidado para cruzar los pasos de cebra.

¿Chicos qué estaba diciendo? Me he perdido… he perdido completamente el hilo. Sí, estaba hablando, estaba hablando, ahora me acuerdo, ahora me acuerdo, estaba hablando del mono que yo tenía de chico de la televisión que es una droga. Es una droga. Pero claro, ahora la gente, ahora la gente, porque yo de chico y recuerdo que la universidad cuando yo estaba en psicología en la universidad hice una investigación pequeñita ¿no? Porque yo era estudiante, hice una investigación sobre los efectos de la televisión, ¿vale? En fin, no voy a entrar ahora en eso, pero lo que quiero decir es que antes se hablaba de la televisión como una droga, que la gente dependía demasiado de la televisión ¿no? Los niños pasaban muchas horas delante de la televisión. Y ahora, claro, eso ya no tiene tanto sentido porque ahora tenemos Internet, y ahora bueno yo creo que es mucho peor ¿no? Eso es de lo que yo quería hablar y al final me he enrollado como una persiana, ¿vale? Me he enrollado muchísimo como una persiana y me he olvidado de hablar de esto, pero lo que yo quería decir era eso, que ahora con los teléfonos móviles, con la Internet, pero sobre todo con los teléfonos móviles, somos muy, muy dependientes de los teléfonos móviles ¿no? Es una droga, es una droga. Yo creo… y me da un poco de miedo, la verdad es que me parece preocupante. No sé si… quizás en el próximo episodio hable más sobre este tema porque es algo que me parece preocupante, ¿no?

Los últimos meses por ejemplo yo me he dado cuenta de que paso mucho tiempo con el teléfono en la mano y que incluso cuando voy a comer a un restaurante con mis amigos o cuando voy por la calle o cuando subo las escaleras de mi casa, por ejemplo, llevo el teléfono en la mano y voy mirando Twitter por ejemplo, o Facebook, y me da miedo. He pensado: “Oye, esto no es normal”. Esto no es normal. Yo antes leía libros, leía periódicos físicos, en papel, ahora no lo hago. El teléfono nos ha comido el tiempo. Nos ha comido el tiempo. Y además hay cada vez hay más cosas, el Twitter, el YouTube, Facebook, Instagram… y dentro de Instagram y de Facebook hay tantísimas cosas, juegos, chat, vídeos, las historias que hay ahora… en fin, coño pero esto no tiene final y todo… yo creo que… no quiero ser… no sé cómo decirlo, no quiero ser… pesimista… hay una palabra… hay una palabra que ahora no me viene… la tengo en la punta de la lengua ¿eh? ¿Conocéis esa expresión? Tener algo en la punta de la lengua. Ahora está pasando un avión. Es que… es que salir a la calle a grabar este podcast es una aventura, ahora está pasando un helicóptero, no sé del ejército o algo así que está haciendo mucho ruido. A ver, vamos a esperar que pase un poco. ¡Qué paciencia! ¡Qué paciencia! A mí me gusta grabar en la calle ¿eh? Pero… Ahora está pasando… se oye… no sé si se oye el ruido, me imagino que sí, ¿no? A ver… bueno ya está pasando ¿vale? Este helicóptero.

Vale, entonces continúo. Continúo con mi rollo. Ya vamos a terminar, vamos a terminar ya porque me estoy enrollando demasiado. Esto yo creo que merece un episodio completo, hablar de este tema, sí. Lo que yo quería decir es que me parece increíble lo que está pasando con los teléfonos móviles. No quiero ser como… decía que tenía una palabra en la punta de la lengua ¿no? ¿Conocéis esa expresión? Cuando quieres decir una palabra pero no la recuerdas, ¿vale? Ahora me he acordado ¿vale? Tenía una palabra en la punta de la lengua ¿vale? En la punta de la lengua. ¡Ay, ay, cómo es? Y no te acuerdas ¿no? Y esa es la expresión que se suele decir en estas situaciones ¿no? Vale. Entonces la palabra que yo estaba buscando era terraplanista. Terraplanista. “No quiero parecer un terraplanista”.

Los terraplanistas son los que piensan que la tierra es plana ¿vale? Y bueno, normalmente pues claro, cuando alguien dice que la tierra es plana, todo el mundo se ríe de él ¿no?: “¿Hombre, cómo se te ocurre esa tontería?” ¿No? Y en YouTube por ejemplo hay muchos vídeos de este tipo de gente, no solo de la tierra es plana, sino gente que, yo que sé, que piensa que el mundo está gobernado por extraterrestres… en fin, ese tipo de personas, de grupos, ¿no? Que tienen ese tipo de teorías un poco extrañas, ¿no? Bueno, yo no quiero parecer así, yo no quiero parecer un terraplanista ¿vale? No es eso pero sí me parece que es un poco preocupante lo que está pasando con esto de los teléfonos móviles. Y es algo de lo que se debería hablar, algo de lo que se debería hablar más a menudo.

Y bueno pues quizás hagamos un episodio dedicado a ese tema ¿no? Porque no sé… sí, a veces se habla, a veces la gente dice: “sí, sí yo uso demasiado, hay que ver si debería usarlo menos, debería usar menos el ordenador. Estoy todo el día usando el teléfono. Estoy todo el día en Facebook. Estoy todo el día en Twitter”, sí pero nadie hace nada, nadie hace nada realmente. En fin, a mí me parece un poco preocupante ¿no? Yo creo que nos estamos volviendo un poco tontos, ¿no? Yo creo que como sociedad en general, no sé, no sé. A mí… yo estoy a favor de la tecnología ¿vale? Yo estoy a favor de la tecnología, a favor del desarrollo. No es que yo quiera, no es que yo quiera volver ahora a, yo qué sé, a los años 80, cuando no existía el Internet o cuando no existían todo este tipo de cosas, no, no es eso, no es eso.

Pero, sí. La tecnología hay que usarla bien, ¿no? Y entonces lo que está pasando es que yo creo que nos están manipulando. Nos están manipulando. No sé si de una forma planificada, ¿vale? No sé si hay intereses en que la gente use los teléfonos móviles con tanta frecuencia, todo el tiempo, con estos jueguecitos, los vídeos de los gatos, los vídeos de los niños que se caen, los gif, los memes, los memes estos ¿no? No sé cómo se dicen en español, los memes ¿no? ¿Lo entendéis no? Esas fotografías, esas fotos… esas imágenes que se mueven. Todo este mundo, todo este mundo digital que está muy bien ¿vale? Hay cosas que son muy interesantes pero es demasiado ¿no? Es demasiado. La gente no tiene tiempo de hacer tanto. Tienes que trabajar y tienes que trabajar de tu familia y tienes que hacer deporte, y tienes que ver una película buena de vez en cuando, y tienes que leer un libro… oye, sí, sí, sí, sí… ¿de dónde sacas el tiempo? ¿De dónde sacas el tiempo para tantos juegos en Internet, para Twitter… para todas estas redes sociales?

Es que yo creo que no nos damos cuenta. No nos damos cuenta y estamos desperdiciando mucho tiempo, estamos desperdiciando ¿entendéis? Estamos gastando mal, ¿vale? Estamos desperdiciando nuestro tiempo y nuestra vida. Oye, pero si lo que hay que hacer es salir con la gente, estar con los amigos, contar chistes, discutir cara a cara con la gente… no sé… lo que se ha hecho siempre, lo que se ha hecho siempre: salir, tomar un café, dar un paseo, hacer una excursión… Lo que se ha hecho siempre. Oye, que sí, aquí hay un gato que me está mirando muy asustado porque está pensando: “¿Y este tío qué hace, por qué habla solo?” Ahora empiezan los perros otra vez.

Bueno, me voy a devolver a casa. Hay un gato aquí que me está mirando como si yo estuviera completamente loco. Y ahora un perro me comienza a ladrar. Bueno, perdón. Voy a dejarlo ya por hoy. Sí, me parece un tema súper interesante ¿no? Me parece un tema muy interesante. Yo creo que nos están manipulando. Aquí vamos, lo voy a decir claro, no quiero parecer un terraplanista, no quiero parecer uno de esos tíos que van diciendo por ahí que: “¡Ay, los extraterrestres están entre nosotros!”, no. No quiero decir eso, pero oye aquí está pasando algo raro porque la gente… yo creo que la gente cada vez habla menos, yo creo que la gente tiene cada vez menos tiempo para leer libros, para pensar, para pensar porque en las redes sociales, oye cuando todo este mundo empezó, esto de Internet, yo tenía la idea de que la gente iba a hacerse más inteligente. Yo pensaba que la gente iba a hacerse más inteligente porque oye tienes muchas más fuentes de información, puedes contrastar la información, puedes contrastar las noticias… antes había un señor, la televisión que te decía lo que había pasado ¿no? Y nada más, y ya está. Ahora tienes Twitter, y tienes todas estas redes sociales donde puedes contrastar información con otro tipo… con mucha más gente ¿no? Y cada uno dice su opinión.

O sea, en teoría está muy bien porque es un mundo mucho más abierto, mucho más libre donde la información no viene solo de una fuente, sino que puede venir de muchas fuentes diferentes, ¿no? Pero yo creo que nos estamos pasando. Yo creo que nos estamos pasando. Yo creo que al final a mí no me parece que la gente sea más inteligente que antes, sinceramente ¿no? No me parece… me parece que hay más ruido, me parece que hay más ruido. Eso es lo que pasa, hay más ruido. Hay muchos más canales de información para hablar pero lo que se dice no me parece más inteligente ni más importante que lo que se decía antes. No sé… igual estoy equivocado. Decime qué pensáis pero a mí realmente esto de tener… esta dependencia del teléfono móvil porque oye como os he dicho antes si yo dejo de usar el teléfono móvil, tengo el mono… tengo el mono del teléfono móvil, es una droga. Es una droga. Vamos, esto yo lo veo en mí mismo.

Bueno de hecho, desde hace un par de semanas no miro, ya no miro Twitter, ¿vale? Yo antes pasaba mucho tiempo leyendo tweets porque hay muchas discusiones de no sé… de tonterías. Al final me he dado cuenta que era todo tonterías. Al final te pones a leer lo que dice un tío o una tía que a lo mejor no tiene idea de lo que está hablando y bueno empiezas con un tweet y luego con otro, y luego con otro, y luego con otro. Oye y pasan las horas… pasan las horas muertas, se dice así ¿eh? Pasan las horas muertas delante del teléfono ¿y al final qué has hecho? ¿Qué has hecho? Nada. Has perdido el tiempo, has malgastado el tiempo ¿no? Has desperdiciado una hora o más ¿vale? Y eso no me gustaba, y he decidido, oye he decidido que no voy a volver a entrar en Twitter, ¿vale? Sí. Y desde hace un par de semanas no uso Twitter. Tampoco uso Facebook. Facebook lo uso solo para nuestro grupo. Tenemos un grupo en Facebook por si no lo sabéis. Tenemos un grupo en Facebook y una página ¿no? 1001reasonstolearnspanish y ya está. Entro, veo lo que hay en el grupo, lo que hay en la página y nada más. No me quedo ahí a ver nada más. Ni jueguecitos, bueno nunca me han gustado los jueguecitos pero bueno eso tampoco. Lo único que hago es ver vídeos en YouTube y las noticias. Las noticias leo, no sé, leo un periódico francés Le Figaro, leo las noticias de la BBC en inglés, ¿vale? Un poquito sí para estar informado, eso está bien ¿no? Pero esto de las redes sociales y todas esas… más perros, ay, ay, ay, ay, ay. Más perros. Hay muchos perros por aquí. Me voy a alejar un poco de los perros.

Bueno, pues eso pasa. Eso pasa que en fin… que me parece que a mí esto me parece un poco peligroso. Como os he dicho antes no quiero parecer terraplanista pero sí, me parece todo un poco peligroso.

Bueno chicos, basta por hoy. El podcast es mucho más largo de lo que yo pensaba pero bueno, tenía ganas de hablar un poquito y voy a volver a casa. Voy a volver a casa ya creo que ya es hora, sí. He dado un buen paseo. Está bien esto de dar un paseo por la tarde así tranquilo, ¿vale? Y si el sonido no está mal, pues haré más episodios, ¿vale? Algunos de vosotros me habéis dicho que el sonido en la calle está mal, que no os gusta, que a veces se escucha el viento y tal. Intentaré mejorarlo ¿vale? Intentaré mejorarlo porque otros me habéis dicho que sí, que sí que os gusta este tipo de episodios así caminando, que se nota más natural, que se nota que estáis, como si estuvierais aquí conmigo a mi lado, y eso me gusta, me gusta porque… bueno no quiero hablar tanto pero muy rápidamente os digo.

He estado escuchando podcast en francés por ejemplo, porque estudio francés, y he estado escuchando mucho podcast en francés y claro como yo hago un podcast pues he estado viendo a ver cómo lo hacen ellos ¿no? Para ver si puedo aprender algo ¿no? Y me he dado cuenta que lo que yo hago, lo que yo hago es un poco diferente de lo que suele hacer la mayoría de los podcasts. La mayoría de los podcasts, bueno algunos son de simplemente de gramática, ¿no? Hablan de gramática y eso. Hablan del objeto directo, las preposiciones y todo esto, ¿vale? Eso claro, eso no es lo que yo hago. Y hay otros podcasts donde dan información. Dan información de pues no sé, de cosas culturales de Francia, ¿no? De festivales, de cine, de literatura o de cosas curiosas o de noticias ¿vale? De curiosidades o de aspectos de la sociedad francesa que está bien ¿eh? Que está bien. Me parece muy interesante, Me parece muy interesante. Yo no hago eso porque… ¿Cómo lo puedo decir? No me parece natural. En general no me parece natural porque ya hay muchos, no sé, programas de televisión o hay muchos podcasts también, hay muchos vídeos de donde se hablan de esos temas. De yo qué sé, de la cultura, de Francia, de las curiosidades del país, de dónde ir de vacaciones, de cómo son los franceses, de la música, de algún cantante en particular que es muy interesante. Es muy interesante pero para mí, para mí ¿eh? Digo para mí no es natural, no es natural. Es como leer un artículo ¿no? Y eso a mí… no me acaba de gustar ¿vale? No me acaba de gustar. A mí me gusta más el estilo más espontáneo, más personal, donde yo hablo de cosas que me preocupan o cosas que me interesan, a veces de cosa más seria, a veces de forma más divertida, y sí. A veces el problema es que claro pierdo el hilo, me enrollo como una persiana y no sé de qué estaba hablando. Pero es que es así como habla la gente, es así como habla la gente ¿no?

Y entonces bueno pues eso es lo que yo hago. No estoy seguro de por qué os estaba contando esto ahora. No sé por qué me he puesto a hablar de eso porque me he perdido completamente. Ya lo sé. Ya lo sé por qué os estaba diciendo esto. Porque si el sonido no es demasiado malo, si el sonido no es demasiado malo, pues voy a hacer más episodios caminando por la calle y así creo que es como si estuvierais aquí conmigo porque esto es lo que yo quería decir. A mí me gusta hacer este podcast más personal, ¿vale? Como si estuvierais aquí paseando conmigo a mi lado, los dos juntos ¿no? Tú y yo. Vosotros y yo, conmigo aquí. Y yo estoy aquí charlando y vosotros me estáis escuchando. Esa es la idea ¿no? Esa es la idea.

Y entonces pues está bien que haya un perro que ladre, un coche que pasa, un helicóptero… en fin… uy hay un perro aquí que corre… es muy grande me da un poco de miedo.

Bueno chicos, me voy a ir a casa. Aquí hay otro gato que me está mirando… los gatos me dan miedo. Miran a veces… a veces te miran muy serios. Te miran muy serios y como si estuvieran pensando algo que no me gusta. En fin, me voy a mi casa chicos. Me voy a mi casa porque ya es muy tarde pero como os decía, si el sonido no está mal voy a hacer algunos episodios más de este tipo así caminando por la calle y a ver… decidme qué os parece ¿vale? Venga, espero leer vuestros comentarios. Oye vuestros comentarios son muy interesantes. Los comentarios que me dejáis en el blog están muy bien, están muy bien, muy bien. Y muchas gracias, no lo he dicho antes, lo debería haber dicho al principio, muchísimas gracias a todos los que estáis dejando comentarios en Apple Podcast y en las otras plataformas ¿no? Muchísimas gracias, muchos comentarios positivos diciendo que os gusta mucho el podcast… en fin, muchísimas gracias. Y hay muchas estrellitas. Mucha gente está dejando 5 estrellitas. Muchísimas gracias porque eso me ayuda muchísimo a que el podcast se conozca ¿de acuerdo? Un beso y nos vemos, bueno, no nos vemos, nos escuchamos la próxima semana aquí en Español con Juan. Hasta luego. Adiós.

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