Jajaja. A mí tampoco me gusta la música de Julio Iglesias. Soy más o menos de la misma edad que tú. Las fiestas de San Juan las pasé en Barcelona. Los padres daban los fuegos artificiales a sus hijos jóvenes, a sus críos, y me ponía de los nervios. Los fuegos que no tenían los niños estaban en manos de unos borrachos. Recuerdo haber visto un tío que ponía un fuego encendido al lado de dos mujeres y decía “chicas, esto es peligroso”. Afortunadamente ellas se pusieron de pie y continuaron su paseo antes que se estallaran los fuegos. Me gustan las fiestas pero….

Pobre chico Juan. Si no quieres gastar mucho dinero para estar en Alicante pasa eso. La próxima vez busques en las afueras de Alicante una habitación!
A mi me encantan las fiestas de San Juan pero odio la música técnica. Será mejor oír la música de Iglesias!
No has visitado el pueblo Calp? Ahí viví 20 años. Más chulo que Alicante

Juan, como siempre un podcast muy interesante, aunque triste. Todos nos solidarizamos. Sin embargo, me pregunto si alguna vez escucharemos este broma muy divertida sobre el perro gorilero?! Ja ja.

¡ Son las estafas del verano ! Somos palomas!

Fui a La Coruña el año pasado por la San Juan, estuve frustado : muchas hogueras en la playa con música techno, muchas bebidas me parecía una “rave”, nada de agradable.
Total : mucha contaminación en toda la ciudad, sin haber visto algo de interesante, sino la ocasión de hacer lo que quiere!!

Gracias por compartir todo esto.
Espero que estés bien y que tengas buenos días en Italia

Siempre divertido. muchas gracias Juan!,!!
.yo también odio la musica tehno!!!

Hola Juan, yo tampoco no me gusta nada la luz artificial y el aire acondicionado. ¡Horrible! ¡Y ciertamente no cuando estoy de vacaciones!
Y si, cuando escuchamos al podcasts de tuyo, muchas vezes es divertido, a veces un poco triste. Como la vida para toda la gente pienso. En qualquier caso escuchando los podcast de tuyo nos da un sentido familiar. Muchos gracias por eso. Kris

Hola Juan, he ido recientemente a España y todo pasó bien, pues casi todo. Me quedaba en Aguilar de Campoo y sucedió algo menos agradable durante mi regreso desde Zaragoza para encontrar a una amiga. Todo iba bien con los trenes de alta velocidad – muy cómodas, rápidas y con el aire acondicionado – hasta la llegada a la estación de Valladolid Campo Grande, donde me esperaba mi nemesis, el regional exprés! Este tren es de otro siglo, casi de otro planeta! A través el humo de azul y gris podría verlo esperando con sus motores soplando como si estuviera riendo a nosotros y a pesar de tener sus puertas abiertas Nadir se atrevía entrar. Bueno, llegó el momento cuando no hay otra opción y casi inmediatamente el sudor comenzó a correr por mi rostro. Afuera tenía una temperatura de 33-34 grados pero en el interior del tren debe haber sido al menos diez grados más! Cuando encontré mi asiento descubrí que era de plástico negro! O sea, que demonio decidió hacerlo de plástico y de color negro en España con sus veranos infernales?? La superficie era tan caliente como una plancha y casi imposible de tocar. Además de la ausencia del aire acondicionado nuestro coche no tenia ventanas para abrir, sino una muy pequeña que no admitía ningún átomo de aire. Ahora mi camiseta estaba totalmente mojada y el sudor había desbordado los límites de mis cejas para llenar mis ojos. Para colmo no podía ver a nada!!! Y, el tren todavía estaba en la estación! Llegó el momento perfecto para la llegada del inspector de boletos. Me giré en su dirección porque pensaba que quería decirme algo. Es difícil de imaginar lo que le afrontó sino un hombre en crisis con los ojos inyectados en sangre y con las lágrimas corriendo por sus mejillas, pero sin hablar se fue! Como nos dijiste no toda va bien con las vacaciones, pero a veces pasan cosas que las hacen memorable!!